martes, 4 de diciembre de 2007

Y APARECIO QUINCY JONES


Y con Quincy la cabeza empezó a crujirme como nunca. No me daban los sentidos para procesar tamaña cantidad de información. Claro, a los 15 años ignoraba que estaba escuchando a uno de los músicos mas deslumbrantes que dio Estados Unidos.
Todo empezó con el álbum Smackwater Jack, esa joya que contenía temazos como “Tema de las cintas de Anderson”; “Ironside”; “Odisea de los blues de guitarra de raíces a frutos” y una larga y suntuosa versión de ese himno antidiscriminación que es “¿Qué está ocurriendo?”.
Imaginate al pibe que venía de Pastoral y Sui ...Imaginate esa cabeza... En realidad hubo otros dos discos que me enloquecieron por esos años: “Uno” de Bob James y “Spectrum” de Billy Cobhan. Pero el más denso, sin dudas, el de Quincy.
Luego mi hermano compró “El ardor de tu cuerpo”, de 1974, un disco donde Quincy se mete de lleno en el soul y que tiene como belleza destacada una versión bien “efeeme” de “Vino Betty”, del saxofonista tenor Benny Golson.
Y bueno, la llegada de Quincy a mi discoteca fue la base de mis búsquedas musicales posteriores. ¿Viste cuando en una disquería encontrabas un LP de un tipo desconocido pero lo comprabas pues los músicos que figuraban los junabas de otro lado? Bueno, en eso Quincy fue, para mi, un soporte indispensable. A vuelo de pájaro nombraré algunos músicos que conocí por sus participaciones en discos de Quincy:
Ray Brown, Milt Jackson, Eric Gale, Steve Gadd, George Benson, Toots Thielemans… y la lista sería larguísima.
Con el paso de los años me fui enterando que, por ejemplo, Milt Jackson fue uno de los vibrafonistas más importantes de la historia del Jazz, integrante del mítico The Modern Jazz Quartet; Que George Benson es uno de los guitarristas más finos de la escena musical norteamericana; Que Thielemans es un armoniquista belga que patentó SU sonido tanto con el instrumento como con su silvido... en suma, Quincy fue para mí el gran presentador, el músico que me abrió la puerta nada menos que al jazz y lo mejor de la música negra.

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