sábado, 15 de noviembre de 2008

30 años de Siembra, de Rubén Blades y Willie Colón

El album SIEMBRA, de Rubén Blades y Willie Colón está cumpliendo 30 años. En mi programa de radio realicé este especial para homenajear a este, sin duda uno de los más importantes en la historia de la Salsa.

El bloque 1 dura 21 minutos


El bloque 2 dura 24 minutos



viernes, 14 de noviembre de 2008

Carta a Tite Curet Alonso

Allá por el año 2002 le escribí una carta al insigne compositor puertorriqueño Tite Curet Alonso, en una fecha cercana a su cumpleaños. La encontré revolviento "mis documentos" y pensé que está bueno publicarla y compartirla con todos los visitantes del blog. Si alguien no lo conoce, le digo que es junto a Rubén Blades, le compositor más importante de la música tropical de los últimos 50 años.
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Hola Don Tite: Hace tiempo que andaba con ganas de escribirle, lo intenté algunas veces pero no me salía nada convincente, pero ahora como se viene su cumpleaños me pongo a redactar y, salga lo que salga, voy al Correo y se lo envío.

Mandarle un carta a Curet Alonso, que se ganó la vida en un Correo ¡Qué coincidencia!

¿Porqué tuvo que trabajar en el Correo, Don Tite, no le alcanzaba con los Derechos de Autor? Siempre me lo he preguntado.Usted no sabe nada mí, Don Tite. Soy argentino y amo la música afroantillana. A usted lo descubrí por Cheo. El primer tema suyo que le escuché fue SALSALUDANDO. Usted sabe como es Cheo, cuando un disco suyo entra en una casa, no sólo no se va más sino que al poco tiempo tiene cría. Bueno, eso pasó en la mía. Pero luego fui cayendo en la cuenta de otras obras suyas: Las que hizo para La Lupe, para Lavoe, para Marvin Santiago, Maelo, Tito Rodríguez, etc,etc. Le cuento que trabajo en Radio y le hablo mi audiencia de su obra y de su importancia. Lo sitúo a la altura de Rafael Hernández, Pedro Flores o Bobby Cappó y si me deja, un poquito más arriba...Porque si tengo que buscar un autor que me enseñe de la vida, del trabajo, la historia y los amores, lo elijo a usted, sin dudas. Y no piense que exagero o que le estoy "chupando las medias", como decimos en mi tierra, en absoluto, fíjese: Cuando uno ve imágenes escuchando una canción, señal que es muy buena. Eso me sucedió la primera vez que escuché JUAN ALBAÑIL, veía al albañil con su hijo caminando por el centro de cualquier ciudad latinoamericana (Porque sabrá usted, Don Tite, que la injusticia estaba ya globalizada antes de que aparecieran Fukuyama y toda su corte de mercenarios pagados para estrellar aviones en las torres donde vive esa pobre vieja que es la historia). Emparentaba ese tema con CONSTRUCCION de Chico Buarque y CAMINITO DE LA OBRA de Joan Manuel Serrat.

Cierta vez, leyendo al antropologo cubano Fernando Ortíz, me enteré de las discuciones entre los investigadores sobre el famoso Areito de Anacaona. Que si existió ese Areito y si, asimismo, existió la mismísima Anacaona y demás cuestiones. El hecho que ahí me dije: "¡Oh! Mira de dónde viene el asunto y cuánto a estudiado el Tite".Y bueno Don Tite, pensaba comentarle por lo menos 15 canciones suyas pero en un rapto de lucidez me dí cuenta que no le hará mucha gracia, o que será "llover sobre mojado"He leído por ahí que por problemas legales no difunden sus canciones en Puerto Rico ¿Es cierto? Me cuesta creerlo. Es como si aquí no se difundieran las obras de Discépolo o Yupanqui.¿Sabe? Como el NO lo tengo -como con las mujeres- me arriesgo a formularle una pregunta, Don Tite: ¿Cómo hizo para hacer funcionar su cerebro a la manera femenina? Me refiero a los boleros que escribió para La Lupe, aunque LA TIRANA lo había escrito antes para un tal Ledesma y luego lo moificó para la Yiyiyi ¿No?. Pero vuelvo a la pregunta, pues usted sabe mejor que yo que la cabeza del hombre funciona distinto que la de la mujer. Le digo esto ya que escuchando esas letras me asombra la "femeneidad" que poseen. Si pudiera decirme algo, agradecido. Perdone que sea pesado, Don Tite, pero una vez que obtuve su dirección permítame el gustazo de escribirle, usted sabe: Uno escribe con pasión y amor. Cuando lo escrito es una carta, la certeza de que sea leída es poca, en teoría sólo una persona le leerá o botará a la basura. En cambio una nota periodística...(En rigor, cuántas notas periodísticas van a parar a la basura. Más que las cartas)Pero bueno, vuelvo a ponerme pegajozo. Hay un tema suyo que me conmueve cada vez que lo escucho: ESTAMPA MARINA ¿Sabe que lo veo sentado en la playa, mirando a los pescadores? ¿Sabe que lo veo llegando a su casa apurado, como en esos momentos donde entrega la vida misma por el "Water" -como dicen en España- tomar una pluma y escribir "de un saque" esa obra de arte? Otra pregunta, don Tite ¿Usted no le ha sugerido soneos a Cheo? O mejor dicho: Este soneo que está en ESTAMPA MARINA:


"CECILIO MIRA DIJO QUE NO IBA

ESE HOMBRE SABÍA PORQUÉ"


Más allá que esas dos estrofitas resumen de manera brillante la experiencia del "baqueano"; más allá de cómo la poesía puede en pocas palabras ser más contundente que un ensayo, se lo pregunto por el "Mira" que está entre "Cecilio" y "Dijo". Porque ese MIRA rompe la métrica ¿Me explico? Pero cada vez que lo oigo pienso que Usted escribió:CECILIO DIJO QUE NO IBA / ESE HOMBRE SABIA POR QUE... Pero luego Cheo, al cantarlo notó que no entraba, como que le faltaba algo y entonces introdujo ese "MIRA". Esto viene a cuento porque una de las características de Cheo es introducir palabras que le ayanan el tempo del soneo, como cuando en FELICITACIONES canta:

"

FELICITACIONES PARA MI QUE YA ENCONTRE

AY MIRA MAMA LEJOS DE TI, MI FELICIDAD"


Ese "AY MIRA MAMA" lo introdujo él ¿NO?

Bueno Don Tite, basta de elucubraciones. Ya parezo esos que cuando se conoció EL RATON decían que era un mensaje subliminal contra el imperialismo y los otros que interpretaban el HECHALE SEMILLA A LA MARACA PA' QUE SUENE" como una apología de la droga. Quédese tranquilo que ya emprendo la retirada. Si al leer estos útlimos párrafos se preguntó porqué no interrogo al propio Cheo sobre estos asuntos, le respondo que entre él y yo (o entre él y el mundo) hay una cortina de hierro: Cocó. Siempre me responde ella: "Cheo dice que gracias" "Cheo dice que estuviste muy chévere", etc, etc. He llegado al final, Don Tite. Toda esta perorata es para decirle que lo admiro, que he aprendido mucho de la vida con usted y que le agradezco a Dios, Marx, Alá, la naturaleza o quién sea, que la tierra haya parido una figura como usted.Esta carta se la mando un par de días antes para asegurarme que el martes, cuando apague sus 76 velitas, le haya llegado.Con todo el cariño y respeto.

Gerardo Fernández

Buenos Aires

Argentina

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Aquí podrán escuchar "Estampa Marina" por Cheo Feliciano, del álbum "Estampas" Presten mucha atención a los soneos, al arreglo de trombones, al puente que musicaliza dramáticamente imagen de los remos golpeando contra la costa. Por supuesto que la dirección musical de este disco fue de Papo Lucca...

jueves, 13 de noviembre de 2008

La Gorda Graciela

Graciela Pérez, conocida artísticamente como “La Gorda Graciela”. Hermana de Machito. Integró el conjunto Anacaona, una de las primeras agrupaciones de mujeres de la música cubana. Se fue a Nueva York y se transformaría en la voz femenina de la big band de su hermano “Machito and his Afrocubans” que dirigía el gran Mario Bauzá (casado con su hermana Estela)
La característica de Graciela es su poder de comunicación. Su gracia para los mambos y guarachas picarescas, su emoción en el bolero desgarrador y su erotismo en las letras provocadoras.
Lamentablemente la obra de mujer no es tan conocida como debiera. Tiene algunos discos grabados con Bauzá que son excepcionales.

Aquí pueden escuchar "Sobando el Son" de su LP "Esta es Graciela", de 1963


martes, 16 de septiembre de 2008

Redescubriendo a Hugo Díaz con su hija mavi



Hugo Díaz fue uno de los músicos más impresionantes que dió Argentina. Era un improvizador nato, una "jazzero" de aquellos. En su corta vida (murió a los 50 años) nos dejó más de 30 Long Plays que están clamando por su digitalización.
Como armonicista es estudiado en todo el mundo puesto que desarrolló el instrumento hasta lugares jamás imaginados.
Su esposa fue Victoria, hermana de Domingo Cura (amigos de la infancia)y a la vez una de las cantantes más electrizantes que dió Santiago del Estero.
Sobre estas y otras cuestiones conversamos días pasados en la radio con Mavi, la hija de Hugo y Victoria, la que muchos recordarán como una de la "Viudas e hijas de Roque Enroll"
Mavi presenta su disco "Baile en el cielo" en sábado en el IFT.

jueves, 6 de marzo de 2008

La cantante triste


¿Cuándo fue que irrumpió Luciana? A comienzos de los setenta ¿no? En esa camada en la que estaban también Silvana Di Lorenzo y Manuela Bravo, entre otras.
El derrotero de esta mendocina pareciera que estuvo determinado por la indefinición estilística. Habiendo arrancado como una típica cantante de baladas melosas, luego intentó trasuntar repertorios un poco más profundos y luego de un disco que por 1982 editó con producción de Litto Nebbia abandonó los escenarios y estudios de grabación.
Unos pocos años antes, Hugo Guerrero Marthineitz ponía todas las santas tardes su versión perfecta de esa obrita de arte de Héctor Negro y Carmen Guzmán que es la milonga “De Buenos Aires Morena”, tema que titula el álbum editado en 1980 y cuya foto ilustra este post.
En este disco hace, además, buenas versiones de “Cuenta conmigo” y “La palabra fin”, de Chico Novarro.
¿Y te acordás de “Ha veces me parece”? Esa está en el LP “Luciana”,d e 1975. Este LP tiene una versión tímida de ese tórrido bolero de Benito de Jesús, titulado “Sigamos pecando”. Seguramente, si hoy Luciana entrara nuevamente a un estudio de grabación, realizaría versiones más sólidas, mas confiadas, porque condiciones le sobraron siempre.
Vaya entonces este humilde homenaje a una buena cantante que al escucharla siempre me dejó una “cosita” tristonga en el almita.

lunes, 3 de marzo de 2008

Cuando era chico...


Cuando era chico sonaban por todos lados Los Cinco Latinos, por eso la voz de la Raval me trae saudades de niñez, me transporta a momentos difíciles de describir. Por ahí aparece una imagen nocturna, cuando mi cuna estaba en la pieza de mis padres y mamá se dormía con una radio portátil hermosa, que tenía una funda de cuero marrón.
Junto a Los Cinco Latinos aparece el recuerdo del inmenso Chango Rodríguez, que allá por la primera parte de la década del sesenta era el guitarrero de moda (Cuánto hemos retrocedido en materia de artistas populares ¿no? En los sesenta mandaban el Chango y Cafrune, ahora el Chaqueño y Jorge Rojas...)
Luego el Chango fue a la cárcel, creo que por matar a un tipo, y su voz se perdió paulatinamente. Estando preso compuso “Mi luna cautiva”, fijate donde dice “acércate a la reja / sos la dueña de mi alma / sos mi luna cautiva / que me besa y se va”...
Mi infancia también estuvo musicalizada por Violeta Rivas ¡Y cómo! Si la blonda era la Shakira del momento...
Por ahí descubro hoy que también me conmueven los pasodobles y la música española. Obvio, si por aquellos años estaban aún vigentes las “Romerías Españolas” y uno de los lugares más populares era el “Prado Español”.
Vengo de un pueblo con un 70 % de raíces españolas, y eso se notaba en el sonido de los bailes y las fiestas.
Eran tiempos donde, al contrario de lo que pasa hoy, la Radio formaba orejas: Mis primeros encuentros con Mina; Ella Fitzgerald; Los Huanca Hua; Sergio Mendes o Burt Bacharach se dieron en esa radio marrón que aún acompaña a mi madre día a día. En esa misma radio donde mi padre por las noches, antes de irse a dormir ponía las famosa “Onda Corta” creo, sospecho, que buscando noticias del General...
Por las noches cenábamos escuchando “Argentinísima”, el programa ícono de Julio Márbiz.
¡Qué bueno estaba eso!! Sonaba Yupanqui; Chacho Santa Cruz; Robustiano Aráoz; María Elena; Hernán Figueroa Reyes con su “Zamba del cantor enamorado”...
Y por mis hermanos llegaron, con el Winco, Los Iracundos; Palito Ortega; Los Gatos; Sandro; Adamo; Raphael y Abbey Road con Paul descalzo, de traje y con el paso cambiado (Mamá se compró para ella “Estudio Uno” de Mina y “Mon Amour” de Caravelli, que arrancaba con “El mundo que conocimos”.
Naturalmente que también sonaban Los Wawancó y el Cuarteto Imperial. Ya en esa época se despreciaba a la cumbia. A todos los ritmos tropicales se los englobaba despectivamente con el término “Pachanga”, desconociendo entre otras cosas que la Pachanga es un género cubano creado a comienzos de los sesenta pro Eduardo Davidson.
Luego llegaría la adolescencia y el descubrimiento del Rock Sinfónico y luego del Jazz y la música del Brasil para anclar definitivamente en la música tropical con centro y eje en Cuba. Uno fue deambulando por disquerías y por géneros musicales, pero con el convencimiento de que un niño de los sesentas tenía un panorama musical más amplio que hoy. En aquellos años, aún sin internet, cable, TV, Frecuencia Modulada y mp3, se escuchaba música más variada que en la actualidad. Había más oferta.
Vaya curiosidad: cuánto más accesible es la música, sólo se escuchan los Hits. Y hoy un niño no tiene la chance de descubrir por la radio a Louis Armstrong...

lunes, 25 de febrero de 2008




Vicentico Valdés me suena antiguo, pero bellamente antiguo. Seguramente porque sonaba mucho en las radios cuando yo era pequeño.
Un día descubrí su versión de “Los aretes de la luna” y caí en una conclusión de perogrullo: “Canta como los dioses”...
Y sí, se cantaba la vida y se afinaba todo. Por sobre todas las cosas era un cantante muy fino, muy delicado que dejó versiones indelebles de obras como “Decídete mi amor”; “Envidia” y hasta una exquisita versión abolerada del tango “El último café” de Aníbal Troilo y Cátulo Castillo.
Si hay voces que remiten a los cincuentas, creo que junto a Tito Rodríguez, Vicentico forma una pareja sin igual.
En este Long Play, cuya tapa ilustra el post, lo encontramos acompañado, entre otros, por músicos de la talla del panameño Vitín Paz y el cubano “Chocolate” Armenteros (dos de los mejores trompetistas de todos los tiempos en la música tropical); Bobby Rodríguez en el bajo y José Mangual en los bongoes. Y por si fuera poco, los arreglos y dirección están a cargo del maestro René Hernández, quizá uno de los músicos más sólidos que diera Cuba en el siglo pasado.
Y en esta placa Vicentico engalana una de las obras más asquerosamente lúmpenes de la historia: “Negro de sociedad”, donde el protagonista le pide a su negra que no baile bien la Conga porque “se le va a notar el barrio” y el es un negro fino... (El tema es gracioso pero da un asco...) y hace una versión muy sabrosa de “Cumbia que se va de ronda”, aunque se nota que la cumbia no es cosa fácil para músicos no colombianos.
Un consejo: Si querés saber de qué se trata el bolero, o si te interesa encontrar argumentos de peso para ratificar que Luis Miguel no existe, salí de ronda por las casas de usados y buscá LPs de Vicentico Valdés.Después me contás.